El aluminio es uno de los elementos más abundantes de la tierra, aunque en su forma natural solamente existe en combinación con otros materiales, se obtiene por electrólisis de la bauxita en criolita fundida.
El aluminio es muy dúctil y maleable, es resistente al aire por cubrirse de una capa de óxido invisible que le protege, puede ser reciclado para producir nuevos productos sin perder su calidad y propiedades.
El aluminio puede soldarse con soplete o eléctricamente, debiéndose emplear fundentes para eliminar la capa de óxido.
Un tipo de aluminio muy utilizado es el anodizado que se consigue al formar artificialmente una capa de óxido de aluminio en su superficie, llamada alúmina, el material resultante es óxido de aluminio de más resistencia a los agentes químicos, dureza, baja conductividad eléctrica y estructura molecular porosa.
El aluminio anodizado se utiliza sobre todo en decoración porque le da una apariencia metálica superior y permite su tinte en una amplia gama de colores, y también para procesos que requieran una mayor resistencia y durabilidad.