
En cada vivienda, oficina o local hay un punto en común, ese rincón incómodo que nadie sabe cómo aprovechar.
Una esquina demasiado profunda, demasiado estrecha o simplemente mal distribuida.
Ese tipo de espacio en el que las opciones del mercado suelen “encajar a medias”… o directamente no encajan.
En este proyecto hemos transformado uno de esos rincones en un elemento útil y estético, un espejo a medida, con marco metálico en acero, pintado y acabado en negro.
Diseñado específicamente para adaptarse al ángulo de la estancia y aprovecharlo al 100%. El resultado es un mueble con presencia, altura y funcionalidad real.
No solo resuelve un problema de espacio, también aporta amplitud visual, mejora la luz y da sensación de profundidad, convirtiendo un rincón perdido en parte importante de la decoración.
Fabricamos este tipo de piezas para quienes necesitan soluciones que el mercado estándar no ofrece.
Porque al final, aprovechar bien un espacio no depende del metro cuadrado, sino de tener la pieza adecuada hecha para ese lugar y solo para ese lugar.



