
No es solo una chapa cortada… es una pieza de arte.
Esta figura de tortuga está cortada sobre una plancha de acero corten de más de dos metros, diseñada para convertirse en un elemento decorativo único.
El acero corten tiene algo especial, cambia con el tiempo, se oxida de forma natural y cada pieza termina siendo distinta, irrepetible.
Este proyecto puede instalarse en una pared interior, en una terraza, en una oficina o en un jardín, y siempre se integra de forma elegante y natural en cualquier entorno.
Detrás de cada corte hay una idea, un diseño y una máquina que traduce la precisión en arte.
Porque a veces, lo industrial también puede ser bello.
💬 ¿Dónde instalarías tú una pieza como esta? En interior o exterior, ¡cuéntamelo en comentarios!
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